domingo, 30 de agosto de 2009

-1, 2,3
-1, 2,3, probando
(Tap, tap, sonido del micrófono)
-¿Se escucha Leo?
-Más o menos, es la única cámara que encontré.
-Ya no te preocupes, no hay problema, la hacemos con esta, aunque el micrófono está medio malo.
Marco y Leo, son estudiantes de tercer año, de la carrera de Periodismo, de la Universidad Nacional.

“A pesar de la corta edad que tienen, su vocación va más allá de cualquier suceso, es habilidad para formar capacidades en este ámbito de la comunicación”, les comenté en algún momento.
Al igual que todos los alumnos con los cuales he compartido alguna que otra palabra, siempre los motive a extender sus limites como futuros profesionales, no a quedarse pegados en este mundo tan plano en el que estamos viviendo, a no ser tan limitados en nuestros pensamientos, a querer expresarse de la forma adecuada, no es que sea un gusto el darme a conocer con esta cualidad tan ególatra, pero creo que esta ,es la manera más justa de expresar mi aptitudes profesionales, las cuales les he otorgado largos años de mi vida, el querer acercarme a mis alumnos.

Como cada jueves comencé mi reunión, (con un grupo de alrededor de 100 estudiantes de diferentes carreras). El dolor de cabeza me era insoportable, al entrar a la sala, el calor me era extremadamente asfixiante, así que decidí salir a dar una vuelta, ya que a esta edad de los 80 años no se puede pensar con tanta facilidad como cuando tenía 30, cruce la calle, donde lo mejor que pude hacer fue tomarme un vaso de Coca- Cola a la vena, pura cafeína.
Me tomé alrededor de una media hora para poder entrar, donde no me pude encontrar con una sorpresa mejor, que 90 alumnos esperándome.
Realmente fue algo que no me esperaba.
Así que de este modo, les partí hablando de la situación del hombre contemporáneo, ¿en que estado vivimos? Les pregunté, nadie dijo nada.
¿Cómo podemos vivir bien? Les pregunte nuevamente, reaccionaron de la misma manera, ni un movimiento.
Iba generando en mi interior, preguntas y mas preguntas, pero la idea no era bombardearlos, así que de esta manera me dispuse a entablar mis propias conclusiones, que en todo caso son estudiadas, aunque al fin y al cabo son opiniones.
Ah si, me perdí, iba diciendo: La situación del mundo tiende a extenderse a todos los márgenes existentes, es decir, vemos el mundo de una manera planetaria, no a nivel país, ni la situación de cada país en particular, si no que todo es todo, donde este mundo se rige por tres cosas en el plano material.
1. Hay una extraordinaria abundancia de recursos, aunque sólo para unos pocos, porque los “otros” nos desvivimos trabajando
2. Los ricos se hacen cada vez más ricos, donde la vida se hace cada vez más competitiva.
3. La mayoría de los humanos viven en condiciones deplorables, lo que genera un mundo muy cambiante, lleno de estímulos y al mismo tiempo, lleno de frustraciones.

Recordé que años atrás noté un cambio importante, que fue la clase obrera, así que me dispuse a contarles a estos “niños” en bonitas palabras que es lo que ocurrió con esta clase obrera.
(Volaba una mosca, una veintena de alumnos sentados en el suelo, y un aire condensado)
Balbucee un instante. Me repuse nuevamente y proseguí.
La clase obrera que no vive en las más mínimas condiciones o en países muy pobres, ha dejado de tener conciencia, y se ha convertido en una clase media aspiracional, y los que quisieron unir a la clase media, no tienen ya mas fuerza, y a su vez la clase alta que vive con grandes contenciones, se lanza a consumir al igual que la clase media.
Les dije a estos chicos, que no me refería al estar hablando de clasismo, sino en lo que ha cambiado y mutado la sociedad, ¿No lo creen?, les doy un ejemplo sencillo, un estudio arrojo que el desperdicio -llámese a esto bolsas de basura y cosas por el estilo- la sociedad ha cambiado ,por el hecho de que el consumo se ha hecho tan grande, que lo notamos en el desperdicio, la mayoría de las calles esta plagada de estos desechos, que ciertamente podemos cambiar, ¿pero que hemos hecho? Cambiar nuestras costumbres, ya que todo se relativiza, es decir, todo importa lo mismo porque hay opciones.
Y es por esto que cada uno trata de sacar alguna ventaja del sistema en el que vivimos, en esto hay algo muy cierto, les explique, todos miraban atónitos, así que puse mi voz más firme y dije: uno tiene que saber que es lo que quiere y sacar lo que no quiere, ya que de esta forma la revolución no es posible, si no comparto con otros el horizonte de mi pensamiento, ¿Cómo reestablezco, lo que pienso?, miré la muralla de la sala, y veo que alguien levantaba la mano, era una niña tímida, todos se dieron vuelta a mirar, reanudo sus ganas de hablar y dijo, sólo podemos reestablecer nuestros pensamientos con las ganas que uno tiene para comunicarse, el derecho para hablar. Me pareció bastante interesante, pero el tiempo escaseaba y la reunión de esta semana se ha dado por terminada les comenté.
Como es de costumbre los jóvenes salieron de inmediato, con el apuro del ajetreo universitario, ya ni el tiempo de preguntar se les hace interesante, pero cómo siempre hay algunos pocos, me quedé conversando con ellos.
Y les comenté ¿porqué es bueno cuestionarse? Pero esa pregunta se las dejo a ustedes.

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